El golpe de calor es un trastorno causado por el exceso de calor en el cuerpo, generalmente debido a una exposición prolongada a altas temperaturas, específicamente cuando se ha alcanzado una temperatura sobre los 40ºC, que es cuando se comienzan a perder los mecanismos de regulación interna, provocando, por ejemplo, daño celular, disfunción orgánica o incluso la muerte.
Así de preciso es el Jefe de Urgencia de Clínica Las Condes, doctor Francisco Marino, quien añade que esta afección requiere tratamiento de urgencia, pues mientras más tiempo transcurre mayor es el riesgo de sufrir complicaciones graves, incluso la muerte.
“Si no se baja la temperatura rápidamente, el golpe de calor puede provocar daño en distintos órganos, como por ejemplo, corazón y/o cerebro”, precisa.
Mayor riesgo
Quienes están más expuestos a sufrir un golpe de calor son las poblaciones de edades extremas, como niños pequeños y adultos mayores, así como también personas que padecen enfermedades crónicas. Los factores que podrían generar este trastorno, además del calor son:
- Deshidratación: debido a factores como la transpiración o aumento de diuresis, sumado a un bajo consumo de agua.
- Consumo de alcohol: este tiene un efecto inverso al que normalmente se cree, aumentando la cantidad de orina, por lo tanto, favoreciendo la deshidratación.
- Exceso de vestimenta: esto impide que el sudor se evapore y se enfríe el cuerpo.
Cómo reconocer un golpe de calor
- Temperatura corporal de 40ºC o más.
- Estado de alteración mental o conductual: confusión, agitación, irritabilidad, alteraciones en el lenguaje, delirio, convulsiones y hasta un coma.
- Cefalea.
- Náuseas y vómitos.
- Piel roja (se va enrojeciendo a medida que va subiendo la temperatura del cuerpo).
- Polipnea (aumento en la frecuencia respiratoria).
- Taquicardia o aumento de frecuencia cardiaca (el corazón se acelera intentando distribuir de mejor forma el volumen circulante que va en disminución producto de la deshidratación, así como también para favorecer la baja de la temperatura).
Mientras no llegue atención médica de urgencia se debe llevar a la persona a la sombra o a un ambiente cerrado, quitarle el exceso de ropa, enfriarla con cualquier medio disponible, ya sea sumergiéndola en una tina con agua fría (hasta el cuello), con una ducha fresca, rociarla con una manguera, pasarle un paño empapado con agua fresca, abanicarla mientras la refresca, o aplicarle compresas de hielo o toallas húmedas y frías en cabeza, cuello, axilas y en la ingle.
Mejor prevenir
- Bebe mucho líquido para mantenerte hidratado (evita bebidas azucaradas), sin esperar a tener sed para tomar agua.
- Usa vestimenta liviana y holgada que permita que el cuerpo se enfríe.
- Nunca dejes a nadie en un automóvil estacionado, ni siquiera a la sombra o con ventanas abajo. Estacionado al sol, la temperatura en el vehículo puede elevarse más de 11°C en 10 minutos.
- Mantén cerrado con llave el vehículo sin uso para impedir que un niño se suba sin vigilancia.
- Mira siempre el asiento trasero previo a bajar del vehículo para confirmar que no hay nadie más dentro.
- Evita realizar deportes en lugares o en días con altas temperaturas. Si lo haces, mantén una muy buena hidratación.