¿Tiene beneficios el beber agua mineral con gas?

El agua mineral con gas puede tener algunos beneficios

Existen seguidores y detractores del agua mineral con gas, siendo relevante en su elección el gusto personal más que las creencias o mitos que pueda haber sobre ella.

Por lo mismo, quisimos rescatar qué dicen los expertos a través de la información publicada en el portal Nutriendo, de la Academia Española de Nutrición y Dietética.

Rocío Mateo, nutricionista y miembro de esta academia, explica que el agua mineral con gas o carbonatada posee “ácido carbónico (H2CO3) o dióxido de carbono (CO2) disuelto, conteniendo también minerales como sodio, calcio, magnesio, cloro, nitrógeno, según el suelo del que procedan”.

Desde un punto de vista nutricional y dietético, la Organización Mundial de la Salud (OMS) promueve la ingesta de aguas minerales naturales, con o sin gas, porque pueden complementar la dieta y ayudar a alcanzar la ingesta recomendada de minerales necesarios para el organismo.

Digestión

Algunos estudios sugieren, según Mateo, que el agua con gas mejora la deglución, tanto en sujetos sanos como en pacientes con disfagia, ya que las burbujas de la carbonatación producen cierta estimulación sobre los músculos deglutorios.

Sofía Pérez-Calahorra —enfermera, nutricionista y profesora en la Universidad de Zaragoza—añade que “podría contribuir a una correcta digestión ya que estimularía la secreción de ácidos gástricos o la secreción de bilis. Incluso mejoraría la dispepsia funcional”.

Riñones

Ambas expertas dejan claro que, en principio, el agua con gas no es mala para los riñones. De hecho, varios estudios indican que su consumo diario aporta bicarbonato, que podría reducir el riesgo de aparición de cálculos renales por oxalato cálcico.

Asimismo, dado que cada agua contiene una mineralización diferente conviene saber qué minerales aporta. “Un consumo de agua con gas rica en calcio podría aumentar la unión de calcio a oxalato en el intestino. Esto reduce la absorción de este último, y por tanto, reduciría la hiperoxaluria (exceso de oxalato en la orina)”, indican.

Esto explica por qué a las personas con riesgo de cálculos renales de base oxálica se les sugiere a largo plazo beber agua con gas embotellada rica en calcio, magnesio y bicarbonato. Sin olvidar, por supuesto, que también deben seguir una dieta controlada en oxalatos.

Presión arterial

Diferentes estudios indican que el agua con gas, debido al efecto alcalinizante y al aporte relevante de ciertos minerales, como magnesio o calcio, podría mejorar los mecanismos de vasoconstricción y la frecuencia cardiaca. Es decir, estos compuestos podrían contribuir a mantener la presión arterial normal. Sin embargo, al mismo tiempo es importante elegir aguas con bajo aporte de sodio.

“Varios estudios han observado cómo el consumo de un litro al día de agua con gas parece reducir los biomarcadores de riesgo cardiometabólico (colesterol total, colesterol LDL, ratio LDL/HDL y glucosa). Sin embargo, en los triglicéridos, peso e IMC no habría cambios”, señala  Pérez-Calahorra.

Saciedad

Puesto que no aporta calorías, “el agua con gas no parece tener un efecto relevante sobre el peso corporal. Algunos estudios señalan que su consumo podría ayudar a que nos sintamos más saciados, pero otros no encuentran diferencias, por lo que no se puede concluir que tenga un efecto positivo a la hora de perder peso”, indica Sofia Perez Calahorra.

También señala que el agua con gas puede contribuir a mantener un buen tránsito intestinal, algo que reduciría el riesgo de padecer estreñimiento por un aumento de la motilidad intestinal.

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